LaAl inicio de la ceremonia, el decano Rodrigo de la Cruz, dijo a los nuevos profesionales que al iniciar otra etapa en sus  vidas se les presentarán desafíos e incertidumbres, que “los pondrán frente a decisiones importantes que tendrán que ver con los demás y consigo mismos. Quizás sea esto último lo que me interesa comentarles, en momentos en que el país está intentando recuperar y promover un comportamiento correcto en el actuar de las personas e instituciones, hoy muy cuestionadas. Precisamente, se trata de la palabra ´comportamiento´, que atañe a cada uno y a todos nosotros”.
La autoridad agregó que “la formación que hemos procurado entregarles se basa en las normas éticas. Los profesores, funcionarios y directivos de la facultad entregan sus mejores esfuerzos para entregarles la mejor formación y servicio. Por ello, por su ejemplo, sabemos que ustedes llevan el sello de la facultad y que sus comportamientos tendrán el signo de la responsabilidad social y la búsqueda permanente del bien de los demás. Asimismo, esperamos que desarrollen aún más el respeto por el medio ambiente y procuren hacer de este, un mundo mejor para todos”.
Hay que destacar, que en la ceremonia de este año se tituló la tercera generación de arquitectos del paisaje y el premio al mejor proyecto de título recayó en Martín Rivera, quien además habló a nombre de su generación.
“Quiero destacar la labor de nuestros profesores, los más sabios, grandes maestros que además de conocimiento supieron inculcarnos valores y consejos, y que fueron capaces de llegar a las lágrimas cuando de injusticia social se habla. Así también quiero agradecer el apoyo de nuestros docentes más jóvenes, por su cercanía compromiso y dedicación en las materias” expresó Martín Rivera.
En tanto, por arquitectura fueron distinguidos con este mismo premio Hans Elbl, Mario Castillo, Carolina Pérez, Felipe Castro y Neil Araya, ya que obtuvieron nota 7 en sus proyectos de títulos.
El discurso a nombre de la nueva promoción de arquitectos estuvo a cargo de Hans Elbl, quien entre otros puntos destacó que “esta profesión es tan al límite, como también dinámica. Al tener la capacidad de ser multidisciplinaria, la arquitectura nos permite conjugar, de alguna manera, las variables y sensaciones, con la finalidad de optar a descubrir, criticar y plantear propuestas que sean un real aporte a nuestro entorno y al contexto temporal, a modo de soluciones que aporten a la sociedad en que nos desenvolvemos como profesionales”.
La ronda de discursos la completaron los directores de las escuelas de Arquitectura del Paisaje, Jadille Mussa, y de Arquitectura, Oscar Godoy. “Todos ustedes, acompañados de sus profesores, han pasado muchas horas trabajando duro para librar con éxito esas múltiples y difíciles vallas que demanda el cautelar la idoneidad profesional. Sabemos muy bien que una parte importante de sus vidas ha quedado en las aulas universitarias como testimonio de su dedicación y esfuerzo en busca de las competencias profesionales que les permitirán, desde hoy, estar en una posición de mayor fortaleza para servir a nuestro país”, dijo la directora Jadille Mussa.
Asimismo, el docente Oscar Godoy acotó que “lo que viene para el futuro como profesionales, es enfocarse a una mejora sustancial del proyecto, porque la complejidad crece y las tecnologías mejoran, por lo que deben mantenerse siempre actualizados. Lo que aprenden hoy, ya no sirve mañana. Ello va de la mano con la idea que un proyecto no solo responde a una integración de sistemas de sistemas, sino en volver a pensar en las personas o dicho de otra manera, en hacer bien las cosas”.